Por Anahí
Acevedo.
Vecinos de Salinas adolecen la contaminación por agroquímicos en una plantación de soja, a orillas de la Laguna del Cisne.
Las fumigaciones con agrotóxicos se
iniciaron en diciembre de 2012. Desde ese entonces, pobladores del paraje
Piedras del Toro, ubicado en la localidad de Salinas, empezaron a sufrir los
efectos de la contaminación. Las 400 hectáreas de soja transgénica comienzan a
tres metros de la Laguna del Cisne. El acuífero que abastece la población comprendida entre
Neptunia y Costa Azul.
Juan
Chiarino, habitante del sitio rural, fue entrevistado sobre esta problemática.
Manifestó la preocupación que los invade, y argumentó que, a pesar de que los residentes
del paraje no son beneficiaros de OSE, muchos se valen de pozos que, a través
de las napas subterráneas, se conectan con la laguna contaminada. Esto deriva
en que el agua que consumen, antes pura, pierda su calidad y salubridad.
Consultado
sobre si habían notado cambios en su salud desde el comienzo de las
fumigaciones, respondió que eso era «indudable». Agregó además, que «muchos
niños que antes eran sanos, ahora poseen problemas respiratorios. Hay algunos
de los vecinos adultos que tienen problemas de piel. Después de cada fumigación
teníamos unos 15 días, por lo menos, de diarrea, ardor en los ojos y cefaleas.
Estos son los síntomas típicos de intoxicación por agrotóxicos», expuso.
Despedida. Hace dos años, la laguna contaba con 60 parejas de chajaes. Hoy quedan seis. Los cisnes blancos y de cuello negro que dieron nombre al lugar, desaparecieron por completo, al igual que las garzas.
El
entrevistado informó que en un primer momento se utilizó «Glifosato», y después
cada 15 días, fungicidas y herbicidas.
Relató
también, la forma en cómo viven cada proceso: «el último evento fue el más
irresponsable de todos», declaró. Reveló
que fueron afectados directamente debido a que se fumigó muy cerca de sus
hogares. Algunos de estos están a 10 metros. «El viento, deriva la fumigación,
nos invade a todos y no podemos
respirar», mencionó.
Sin
embargo, el último episodio de agroquímicos data del 12 de marzo.
«Aparentemente, según hablábamos con los vecinos, nos llamó la atención que no
vinieran más. Estamos pensando que fue muy efectiva la parada de esa vuelta», admitió
Chiarino recordando el acontecimiento registrado en marzo, cuando reclamaron la
detención de la fumigadora a causa de que una familia comenzó a sentir sus consecuencias»
La
denuncia ya fue efectuada ante el Ministerio de Salud Pública, Ministerio de
Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), Intendencia Municipal de Canelones, OSE y
al Alcalde de Salinas. «Nosotros, como vecinos responsables, en el momento en
que notamos que se estaba contaminando empezamos a hacer los pasos convencionales.
Se elevaron actas frente al MGAP, MSP, IMC y OSE, las firmamos, y estamos esperando
todavía que de alguna forma se pronuncien», alegó el salinense.
En alusión a los propietarios de las
tierras donde se siembra, anunció que «están bien identificados». Entendieron
que el MGAP ya notificó a uno de ellos y que todo indicaba que iba a ser
sancionado. Empero, esa es una de las respuestas que aún, junto con una
solución a su situación, siguen aguardando.
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